Cómo sellar juntas en balcones expuestos al salitre
Guía para sellar juntas en balcones expuestos al salitre: diagnóstico, materiales y pasos para impermeabilizar y evitar filtraciones en ambientes marinos.
Índice
- Qué significa sellar juntas en balcones expuestos al salitre
- Diagnóstico de juntas y fisuras
- Materiales recomendados en ambiente marino
- Preparación del soporte y limpieza del salitre
- Diseño de la junta y uso de backing rod
- Paso a paso de sellado profesional
- Tratamientos complementarios e impermeabilización
- Errores comunes y cómo evitarlos
- Mantenimiento periódico en zonas costeras
- Preguntas frecuentes
Qué significa sellar juntas en balcones expuestos al salitre
Sellar juntas en balcones consiste en cerrar de manera elástica y estanca las discontinuidades entre piezas constructivas: encuentros de pavimento con muretes, alfeizares y vierteaguas, perímetros de puertas y carpinterías, uniones de barandillas, remates de petos y puntos singulares como desagües o grietas. En un entorno costero, el salitre (aerosoles marinos con cloruros) acelera la degradación: cristaliza en superficie, favorece la absorción de humedad y, junto con la radiación UV y los ciclos térmicos, reduce la vida útil de muchos selladores comunes.
El objetivo del sellado es doble: impedir filtraciones que acaben en techos inferiores y vigas, y permitir el movimiento natural por dilataciones sin que aparezcan fisuras. Por ello se necesitan productos de elevada elasticidad (alto módulo o bajo, según detalle), excelente adherencia sobre soportes minerales y metálicos, y con muy buena resistencia a rayos UV, agua estancada y agentes químicos como los cloruros.
Un tratamiento eficaz siempre empieza con un diagnóstico preciso del tipo de junta y su estado. No es lo mismo una junta de dilatación entre paños de baldosa que un perímetro de carpintería o la base de un vierteaguas. Cada una exige geometrías y materiales distintos. Además, el sellado de balcones expuestos al salitre suele complementarse con imprimaciones, cordones de respaldo (backing rod) y, cuando procede, con una impermeabilización superficial en membrana líquida para reforzar el sistema.
Idea clave: el mejor sellado no es el más duro, sino el más elástico, adherente y estable frente a UV y salitre. Sin limpieza ni diseño de junta correctos, incluso el mejor sellador fallará.
Diagnóstico de juntas y fisuras
Antes de aplicar nada, identifica las juntas y fisuras que existen en el balcón. Clasifícalas según su función y su origen: juntas perimetrales del pavimento, juntas de dilatación entre paños, encuentros con petos, remates de vierteaguas y albardillas, perímetros de puertas correderas o ventanales, bases de barandillas ancladas, desagües y sifones. Comprueba si las juntas son existentes (con masilla vieja) o “improvisadas” por rotura del material. Observa si hay pérdida de material, desprendimiento del sellador antiguo, presencia de hongos, salitre cristalizado o eflorescencias.
Determina el tipo de movimiento esperado: juntas con movimiento estructural (dilatación térmica, vibración, asiento) requieren selladores con mayor capacidad de elongación; uniones rígidas con microfisuras pueden resolverse con selladores de módulo medio/alto, pero manteniendo una relación ancho/profundidad correcta para que el cordón trabaje adecuadamente. Valora la exposición: balcones marinos suelen tener vientos dominantes que arrastran rociada salina, y su cara “de barlovento” sufre más.
- Marca en plano o fotografías cada punto singular.
- Anota ancho y profundidad aproximados de las juntas y si admiten backing rod.
- Registra materiales presentes: cerámica, piedra, hormigón, aluminio, acero galvanizado, vidrio.
- Identifica patologías: pérdida de brillo, blanqueo por salitre, microfisuras, humedades en el intradós.
Si hay filtraciones, inspecciona el techo inferior y el canto del forjado: manchas, desconchados o corrosión de armaduras exigen actuar rápido. Cuando existan dudas estructurales, consulta a un técnico. Un buen diagnóstico evita rehacer trabajos y orienta la elección del sellador e imprimación adecuados para el ambiente marino.
Materiales recomendados en ambiente marino
En balcones expuestos al salitre conviene priorizar selladores con gran estabilidad UV, baja tiza, buena adherencia multi-superficie y resistencia química. Tres familias son las más usadas: MS polímero (híbridos), poliuretano y siliconas neutras. Los MS polímero destacan por su versatilidad (piedra, cerámica, metal, vidrio), pintabilidad y resistencia a intemperie. Los poliuretanos ofrecen excelente adherencia y durabilidad mecánica, aunque requieren imprimación en soportes porosos y pueden amarillear. Las siliconas neutras son muy estables al UV y a los cloruros, ideales en perímetros de carpintería y vidrio; evita siliconas acéticas sobre morteros o metales sensibles.
Para fisuras en soporte mineral, los selladores elásticos de junta son preferibles a morteros rígidos. Complementa con imprimaciones específicas cuando el fabricante lo recomiende, especialmente en hormigón, piedra natural pulida o metales. Usa cordón de respaldo (espuma de celda cerrada) para controlar la profundidad y evitar adhesión en tres caras. En superficies muy expuestas, una membrana líquida (poliuretánica o híbrida) puede reforzar el conjunto, creando una capa continua sobre el pavimento o sobre petos.
Checklist de materiales: sellador (MS, PU o silicona neutra), imprimación compatible, backing rod, cinta de carrocero, espátula, pistola manual o a batería, alcohol isopropílico para limpieza, guantes, trapos sin pelusa y, si procede, membrana líquida y topcoat UV.
Preparación del soporte y limpieza del salitre
La preparación es el 70% del éxito. Retira por completo la masilla vieja con cutter y espátula, cuidando de no dañar aristas. Aspira polvo y granos sueltos. El salitre se elimina mejor con lavado a baja presión y cepillado, seguido de un aclarado abundante. Evita los limpiadores ácidos si hay elementos metálicos vulnerables; en cerámica esmaltada o aluminio, bastará una solución suave con detergente neutro. Deja secar totalmente: muchos selladores exigen soporte seco al tacto, salvo algunos MS compatible con soportes ligeramente húmedos (revisa ficha técnica).
Desengrasa los flancos de la junta con alcohol isopropílico y paño limpio. Si el soporte es muy poroso o polvoriento, aplica imprimación recomendada por el fabricante del sellador y espera el tiempo indicado. Protege los bordes con cinta de carrocero para lograr líneas rectas y evitar ensuciar superficies adyacentes. Aprovecha para revisar desagües, pendientes y vierteaguas: un sellado perfecto no compensará una mala evacuación del agua; si el balcón encharca, plantéate corregir pendientes o reforzar con membrana líquida.
- Eliminar completamente restos de silicona antigua: la silicona no adhiere sobre silicona.
- Secado real: tras un lavado, espera varias horas o un día según clima.
- Evita sellar a pleno sol o con sustrato caliente; puede producir burbujeo.
Diseño de la junta y uso de backing rod
El comportamiento del sellador depende de la geometría de la junta. Como regla general, busca una relación ancho/profundidad aproximada de 2:1 en juntas de movimiento (por ejemplo, 10 mm de ancho × 5 mm de profundidad). El backing rod (cordón de espuma) cumple tres funciones: limita la profundidad, crea una base elástica que reduce el consumo de sellador y evita la adhesión en tres caras (que produciría desgarros). El diámetro del backing debe ser ligeramente mayor que el ancho de la junta para que quede en ligera compresión.
En encuentros perimetrales pavimento-peto o pavimento-carpintería, dimensiona la junta pensando en las dilataciones: la cerámica y el hormigón se mueven de forma distinta. En juntas de dilatación existentes, respeta el ancho original y renueva completamente el cordón. Si el movimiento esperado es alto, prioriza selladores de bajo módulo y alta elongación. En puntos con vibración (barandillas, anclajes), considera arandelas o casquillos que desacoplen, y selladores con buen tack inicial y resistencia al desgarro.
Regla práctica: más material no significa mejor junta. La profundidad excesiva reduce elasticidad y genera tensiones internas. Controla la geometría con backing rod.
Paso a paso de sellado profesional
1) Enmascarar los bordes con cinta de carrocero dejando a la vista el ancho deseado. 2) Colocar backing rod a la profundidad calculada, sin forzarlo en exceso. 3) Imprimar si la ficha técnica lo indica y dejar evaporar. 4) Aplicar el sellador con pistola en cordón continuo, rellenando de fondo a superficie y evitando burbujas (mejor empujar la boquilla que arrastrar). 5) Peinar con espátula húmeda o con alisador específico, generando sección cóncava para optimizar la deformabilidad. 6) Retirar cintas en fresco antes de que forme piel. 7) Cura: protege de lluvia, salpicaduras y polvo el tiempo indicado.
Ajusta la técnica al material: los MS y poliuretanos aceptan pintado posterior (consulta compatibilidad), mientras que las siliconas neutras no suelen pintarse. En perímetros de carpintería, presta atención a la compatibilidad con juntas EPDM y con lacas anodizadas; en piedra natural, evita migraciones que manchen (usa selladores “no manchantes”). En climas costeros y ventosos, programa el trabajo en horas de menor insolación y viento, y almacena los cartuchos en sombra.
- Mantén un avance constante; interrumpir el cordón genera zonas débiles.
- Si aparece piel antes de peinar, retira y repite: no intentes “reanimar” el producto.
- Respeta espesores mínimos: un filete superficial no soportará el movimiento.
Tratamientos complementarios e impermeabilización
El sellado de juntas puede reforzarse con impermeabilización continua en balcones muy expuestos. Las membranas líquidas (poliuretánicas, híbridas o de tecnología silano) crean una película elástica y transitable que protege el pavimento frente al agua y los cloruros. Su aplicación exige soporte limpio, seco y consolidado, y suele requerir imprimación. Los encuentros con petos y vierteaguas se detallan con bandas de refuerzo o tejido no tejido embebido en la primera mano.
En cantos de forjado y albardillas, revisa goterones y baberos: un vierteaguas bien ejecutado aleja el agua de la fachada. Los anclajes de barandillas deben sellarse en su base con un detalle flexible, evitando que el agua penetre por el taladro. Si la barandilla es de acero al carbono, protege con imprimación anticorrosiva y pintura marina. Considera también sellos perimetrales en carpinterías con silicona neutra de alta durabilidad y, si procede, burletes adicionales para mejorar estanqueidad al viento.
Consejo de durabilidad: en balcones de primera línea, combina selladores resistentes con una capa protectora (membrana o hidrofugante) y revisiones anuales. La prevención es más barata que reparar filtraciones.
Errores comunes y cómo evitarlos
El fallo más frecuente es aplicar sellador sobre suciedad, salitre o humedad. La adherencia se verá comprometida y el cordón se despegará. Otro error es no usar backing rod: el sellador se adhiere en tres caras, pierde elasticidad y se rasga. Un tercero: elegir productos inadecuados (siliconas acéticas sobre mortero, selladores de interior en exterior, selladores rígidos en juntas con movimiento). También es habitual sobredimensionar la profundidad del cordón, lo que provoca tensiones y un curado deficiente.
- No retirar sellador viejo: la silicona nueva no pega sobre silicona antigua.
- Sellar al sol o con viento: acelera piel y atrapa burbujas.
- Olvidar imprimación: en soportes porosos o metálicos críticos reduce la vida útil.
- No prever movimiento: cordones finos en juntas activas fallarán en meses.
- No corregir pendientes: el encharcamiento castiga cualquier sellado.
Evita estos errores siguiendo la ficha técnica del fabricante y asignando suficiente tiempo a la preparación. Si la patología persiste tras un buen sellado, valora una solución integral: rehacer canto y vierteaguas, reponer piezas sueltas, sellar anclajes y aplicar membrana continua.
Mantenimiento periódico en zonas costeras
El salitre se deposita de forma constante, por lo que el mantenimiento es parte del sistema. Planifica limpiezas trimestrales con agua dulce y detergente neutro para eliminar cloruros superficiales en juntas, perfilería y barandillas. Realiza una inspección anual visual y al tacto: busca pérdida de adherencia en flancos, grietas, coloración anómala, mohos y zonas con acumulación de sal. Repara de inmediato los fallos localizados para impedir que el agua penetre y deteriore capas inferiores.
Renueva los cordones en función de su exposición y del producto: en fachadas de barlovento con alta radiación, quizá cada 5–8 años; en zonas más protegidas, 8–12 años. Si hay membrana líquida, respeta el repintado o topcoat UV según especificaciones. Mantén libres de obstrucciones los desagües y verifica que los goterones de vierteaguas siguen eficaces. Un pequeño plan de mantenimiento evita daños serios en el forjado y desprendimientos en fachada.
Pro tip: lleva un registro fotográfico anual. Comparar imágenes ayuda a detectar microfisuras y zonas con pérdida de brillo o tiza antes de que aparezcan humedades.
Preguntas frecuentes
¿Qué sellador es mejor para balcones con salitre? Los MS polímero y siliconas neutras de calidad marina ofrecen gran estabilidad UV y resistencia a cloruros. Los poliuretanos funcionan muy bien en juntas minerales si se respetan imprimaciones y curado. Elige según soporte, movimiento y posibilidad de pintado.
¿Necesito imprimación siempre? No siempre, pero en hormigón muy poroso, piedra natural pulida o metal es habitual. Sigue la ficha técnica del fabricante del sellador: mejora adherencia y alarga la vida útil del cordón.
¿Se puede sellar con la superficie un poco húmeda? Algunos MS polímero toleran soportes ligeramente húmedos; la mayoría de siliconas y poliuretanos requieren seco al tacto. Si puedes, espera el secado completo tras la limpieza.
¿Puedo pintar sobre el sellador? Los MS y muchos PU admiten pintado con pinturas compatibles y una vez curados. Las siliconas, por norma general, no se pintan. Si necesitas uniformidad cromática, valora MS o PU.
¿Cómo evito que el sellador se despegue? Limpia a fondo salitre y grasas, usa backing rod para controlar la profundidad, aplica imprimación si procede y respeta la geometría y los tiempos de curado. No sellen bajo sol directo ni con viento fuerte.
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